El Viaje
No se trata realmente de que el barco
pasó sin que te dieras cuenta.
Más bien podríamos decir que el barco
paró directamente delante de la ventana de tu cuarto.
El capitán hizo sonar la sirena
y la banda comenzó a tocar una marcha triunfal.
El barco te llamó con un grito,
agitando sus banderas de colores brillantes,
su casco de plata brillando
a la luz del sol.
Pero tú tenías la idea de que irías por tren.
Así que seguiste mirando el horario de trenes.
El barco se cansó de esperarte,
levantó la rampa y
recogió el ancla.
El barco empezó a alejarse,
achicándose como un juguete...
Y en ese momento,
en ese preciso momento,
te diste cuenta de que tu verdadero amor
es el mar.
NAOMI SHIHAB NYE
miércoles, 12 de mayo de 2010
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3 comentarios:
uuuuuuufff... cuánta sabiduría en pocas palabras.
pasará nuevamente este u otro barco?
besos
¡¿ Y qué daño puede hacer pensar que si?!
saludos Martin.
uy... y yo mirando el horario del tren!!!! cuantos barcos habrán pasado??? me dejaste reflexionando...
Besos Cari!!
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