jueves, 20 de octubre de 2011

triste

He buscado cada una de los durmientes, cada uno de los eslabones, que me acerquen , unan, afirmen a tu voz, desde mi esperar desolado,enojada, con vos por tu frio abrazador y por mi deshielo inminente.
Entre tu aliento y el mío se compone un ruído ensordecedor,alquitrán en los ojos, rigidéz de cementerio.
Camino de vuelta con mis durmientes y estos eslabones, sin saber muy bien que hacer, sin poder explicar nada, ni querer hacerlo.
Triste, infinitamente, triste.
Ojalá nunca caigas en el pozo del error,porque has azulejado las paredes y la caída sería terrible.
Yo me siento aquí en este cordon del camino a la espera de un rayo de luz que amortigüe tanto silencio por dentro, tantas cosas por decir y tanto por escuchar.
Pero no estoy presa de un rol de víctima,estoy presa de un enojo estéril, que se transforma en esta sensación de vacio y desilución del que cada vez es más difícil salir.