lunes, 22 de marzo de 2010

Si la ausencia habla


Vengo perseguida por palabras, que forman hileras pequeñas y negras, comen mis raices de a poco pero veloces , las siento al caminar,al abrir la canilla de la ducha, o al atender el teléfono.
Entonces digo palabras silenciosas, y es este silencio, el tuyo, el que confirma la respuesta que espero.
Al día se le ocurre subirse al trote del almanaque.
Y al cielo rezarme bienaventuranzas.

Las palabras se tropiezan con otras palabras de otras bocas, a veces se derraman, pegajosas y húmedas. Me envuelven en un sopor de alcantarilla hedionda, que deja un vacio en el estómago y un sabor a metal y mentira en la boca.
A veces te observo como modulas, luchando por liberarlas
Escucho ese dolor, que de un golpe se te convirtió en enojo, se cambio de vestido en un segundo y fue furia atronadora y descontrolada que te avergüenza.
Puedo decir que te asusta mi calma en esta tempestad.
Ni en sueños he logrado liberarme de ellas, y sos injusto dueño de una docena de almohadas inútiles y profano señor del silencio.
Cuando gira mi cabeza y estás, otra vez, nadando en tu infierno, y yo me salgo de tu sueño y me levanto y camino con pasos pesados esta tristeza como una alfombra de pelos gastados y descoloridos.
Y al fin despierto.
Me aseguro de estar despierta muchas veces al día.
Vengo perseguidas por viejos silencios que brotan ridículos como pimpollos bastardos de mi propio camino.
Soles sin resplandor, lunas secas y malditas.
Estremecida por el borde de la noche, espero el alba que quiebre el conjuro, que estallen estos pensamientos certeros como cristales, y sean inútiles las palabras que persiguen estos silencios enraizados, que viven desorientados, peregrinando.
Vengo perseguida por silencios y palabras, entre ellos, a picotazos buscan llegar, yo también.
Anoche en el silencio rugí, herida, creo que te asusté y cerrando la boca te ahogaste con tus propias palabras.

2 comentarios:

Blonda dijo...

El final es....es....de esos qe te dejan mudita.


sin palabras.


besos!

Cari dijo...

Asi fué y asi es, suerte que siempre aparece alguien para ponerle una sonrisa a ese silencio!
Gracias por pasar Blondi!