martes, 2 de marzo de 2010

Crónica del día que se durmio sin soñar

Es que el agua para el mate se pasó hace rato, y cebé lo mismo, pensando que en los treinta segundos desde la hornalla a la mesa, la temperatura se volveria óptima.
Es que me volvieron a dar caramelos de vuelto, y lo que más me molesta es esa actitud de “pero si te estoy haciendo un favor” (¿a quienes le gusta los caramelos media hora?).
Milanesas que parecían galletas de agua, y sin sal.
Me dormí y no descanse. Es más nose si ya me levante o te escribo desde otros mundos.
La televisión insiste siempre, las palabras ni siquiera se escriben, aún no sabemos si para volver te falta mucho, y a este día todavía no se le ocurre morir.
Yo no se que estás esperando para reaccionar, corazón, estas demasiado distraído.




Sácame de aquí
No me dejes solo
O todo el mundo esta loco
O dios es sordo
Dicen que si continuas
Algún un lugar llegarás
Debe hacer falta
Bastante caminar
Mala hierba
Sólo hierba en mal lugar
Cabeza de calabaza
El martes de carnaval
Hubo un momento en que pudimos
Decir que no, que lo sentimos
Nos debimos confundir
Escribiremos nuevas reglas
Esta es la primera de ellas
Está prohibido prohibir
Sácame de aquí
No me dejes solo
O todo el mundo está loco
O dios es sordo
Sacamé de aquí
No me dejes solo
No entiendo que nos pasa a todos
Hemos perdido la razón
Nos hemos equivocado
Teniendo toda la razón
Aun podemos ser libres
Dentro de una canción
Hubo un momento en que pudimos
Decir que no, que lo sentimos
Nos debimos confundir
Escribiremos nuevas reglas
Esta es la primera de ellas
Está prohibido prohibir
Sácame de aquí
No me dejes solo
O todo el mundo esta loco
O dios es sordo
Sácame de aquí
No me dejes solo...

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